Se estima que dicho subsidio para la clase media, incrementará en torno al 20% las ventas de propiedades nuevas.
Tras las buenas noticias en materia de reactivación para el sector inmobiliario, muchos son los actores que auguran buenas cifras y positivismo en torno a las condiciones para acceder e incrementar las ventas de propiedades nuevas.
Recordemos que desde la Cámara Chilena de la Construcción, su presidente Juan Armando Vicuña, aseguraba estar “muy agradecido”, aseverando también que hoy existe en Chile un stock de aproximadamente 50 mil viviendas en Santiago, y 50 mil en regiones. A su juicio, esto es una “acción virtuosa”, que ayudará a “echar a andar la máquina”, y aplaudió la alianza público-privada.
En ese contexto, desde la consultora Colliers destacó como positiva la medida anunciada por el ministerio de Hacienda en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que dará la posibilidad de optar a un crédito tributario reembolsable para quienes compren una vivienda nueva.
Una mirada similar es la que encontramos en AGS Visión Inmobiliaria, respecto a la medida adicional a descontar intereses en la declaración de impuestos, señalaron que “es una medida que va en el camino correcto. Ayuda e incentiva la compra de los productos en stock. Además, el mecanismo de deducción de intereses parece razonable. No obstante, lo anterior, difícilmente será una herramienta de reactivación económica, dado la profundidad de la actual crisis inmobiliaria”, comenta Esteban González, director de Asesoría Estratégica.
“El subsidio anunciado es una medida muy importante adicional a la opción de descontar intereses en la declaración de impuesto. Es sin duda un elemento para reactivar la demanda por viviendas nuevas. Del costo indicado de la medida, se deduce que se desea llegar a apoyar la compra de 36.000 viviendas, que equivale aproximadamente a la mitad del stock rezagado de viviendas terminadas o en terminaciones”, explica Reinaldo Gleisner, vicepresidente de Colliers.
De acuerdo al ejecutivo, las consecuencias del estallido social y de la pandemia han deteriorado muy fuertemente al sector de la vivienda: primero por poner en peligro los créditos hipotecarios de largo plazo por el retiro de los fondos de pensión, y luego por el proceso de ajuste de la economía para que recupere un nivel de inflación del 3% compatible con ahorro y crecimiento”.
Sobre los elementos clave para reactivar la economía, desde AGS Visión Inmobiliaria, comentan que “lamentablemente no será una medida que logre cambiar radicalmente el rendimiento del mercado. Ayuda, pero no es la salvación, ni es una palanca de cambio definitivo. La actual crisis es mucho más profunda y se sustenta en las altas exigencias financieras de la banca, la cual a su vez se está protegiendo de una industria que ha sostenido una tormenta perfecta desde el estallido social. Vale decir es un efecto circular, que difícilmente se resuelve con un incentivo particular”.
En contraparte, desde Colliers vaticinan que la medida tendrá un impacto favorable en el mercado.
“En el caso de compra de una vivienda de valor medio de 3.500 UF -que equivale a una vivienda de 50m2, el subsidio que obtiene la persona o grupo familiar equivale aproximadamente a un 12% del pago de dividendos por 5 años, considerando dividendos promedios según la CMF, con un CAE de 5,5% anual. El subsidio tiene una orientación importante a premiar el esfuerzo de ahorro, premia a quienes han hecho una inversión y les facilita el pago de dividendos. A nuestro juicio es un reconocimiento al esfuerzo de ahorro de las personas o grupo familiar”.
Uno de los puntos centrales y que ha estado en toda la discusión de la comisión en las respectivas cámaras, se relaciona al hecho que esta medida impulsará realmente la compra de viviendas con entrega inmediata.
“Como se mencionó anteriormente, esta medida ayuda, pero no es una solución definitiva. El riesgo país, la inestabilidad política y un mercado de capitales dañado post retiros, difícilmente permitirán generar tasas hipotecarias como las que vimos en los últimos 20 años, lo que merma la capacidad de compra de los consumidores finales”, comenta González de AGS Visión Inmobiliaria.
Desde la consultora Colliers estiman que las ventas de viviendas nuevas deberían aumentar alrededor de 20% considerando que esta medida -que regirá una vez aprobada la iniciativa legal- se debe dar en un contexto de mejor percepción económica: un período de ajuste monetario ya en su fase final y una mejor perspectiva económica con el país.
“El efecto de aumento de las ventas dará más fuerza a la reactivación de la construcción, impulsada por la disminución de stock y reactivación de la demanda por vivienda”, concluye Reinaldo Gleisner.
Noticia publicada en Diario El Inmobiliario