Estudio revela que precios de suelo se han triplicado en Ñuñoa por la obra y detecta posibilidades de aumento en Cerrillos y Pedro Aguirre Cerda
A diez días de su puesta en marcha, la Línea 6 de Metro ha ido subiendo cada vez a más pasajeros a sus 15 trenes automatizados. Según cifras entregadas por Metro de Santiago, el jueves movilizó a 110.079 personas, cinco mil más que el pasado lunes, lo que muestra un aumento sostenido de usuarios.
La cifra se acerca así, gradualmente, hasta los 138 mil que proyectó la empresa en régimen al diseñar el proyecto.
Con esta magnitud, se aspira a descargar hasta en 15% los flujos de la saturada Línea 1, un efecto que ya se observa en la hora punta mañana: el tramo central del tren subterráneo ha reducido su densidad y muchos de los viajes que los pasajeros realizaban verdaderamente hacinados, con más de siete personas por metro cuadrado, ahora se hacen con mayor holgura.
“El efecto de descarga de los flujos en la Línea 1 se ha ido consolidando. Siempre fue planificada con este impacto positivo sobre todo el sistema”, explica el subsecretario de Transportes, Carlos Melo. Añade que los recorridos de buses que inyectan pasajeros desde Maipú en la estación Cerrillos “se han ido consolidando con buses vacíos, frecuencias y servicios cortos de Alsacia y Vule. Estamos trabajando en nuevos servicios en la malla existente. Estos recorridos, que están contemplados en la nueva licitación del Transantiago, los estamos poniendo en operación antes”.
El alza de usuarios de la Línea 6 también ha influido la operación del tren Alameda-Nos. Juan Pablo Palomino, gerente general de Tren Central -filial de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE)-, estima que dos mil personas se bajan en Lo Valledor (estación que combina con la Línea 6) y han dejado de llegar a Estación Central.
“Hemos visto un cambio de comportamiento. Mucha gente prefiere la combinación porque se generan ahorros de tiempo. También muchos buses de Melipilla entregan pasajeros en la estación”. Añade que no ha sido necesario activar planes de contención de masas y que han resuelto aglomeraciones con inyecciones de trenes dobles.
Impacto urbano
La nueva línea del metro también ha dejado su marca en la superficie. Un estudio realizado por la consultora AGS Visión Inmobiliaria permitió confirmar alzas en el valor de los terrenos. El mayor se observa en el entorno de la estación Ñuñoa, que pasó de 18,9 UF/m2 en 2012 a 70 UF/m2 este año.
La menor variación se detectó en Lo Valledor, que, pese a ser una intermodal donde converge también el tren Alameda-Nos, pasó de 14 UF/m2 en 2012 a 23 UF/m2 en 2017.
David Briones, Geógrafo y Jefe de Estudios de AGS Visión Inmobiliaria, señala que esto sucede porque los sectores que rodean a esta estación, Cerrillos y Pedro Aguirre Cerda, “no cuentan con normativa ad hoc para el desarrollo inmobiliario”. Añade que en Estación Central “existe el riesgo de un desarrollo inorgánico, dado que no hay una norma. Esto justifica la escasa plusvalía en torno a estas estaciones”. Algo distinto ocurre en Cerrillos, que trabaja en un plan regulador para aprovechar el potencial del Portal Bicentenario, en el ex aeropuerto Los Cerrillos.
Otras limitaciones se observan en torno a Los Leones, por la escasez de terrenos y los precios elevados. Las mejores oportunidades, agrega, están en torno a Inés de Suárez, Ñuñoa y Estadio Nacional, que presentan mayor dotación de equipamientos, servicios y conectividad. (Ver enlace)