Cuando una constructora ofrece comprar un grupo de casas para edificar un edificio no todos tienen claro qué les conviene. Una opción es unirse y conocer el mercado.
Las ciudades van modificando su aspecto y es común ver barrios que antes eran de casas de un piso que se convierten en cuadras completas con edificios de departamentos. Pese a la pandemia, la actividad inmobiliaria continúa y donde antes había una docena de inmuebles, ahora se ven paños desocupados listos para el siguiente proyecto.
Ponerse de acuerdo en grupo puede ser una opción para quienes no saben si lo que les están ofreciendo por su vivienda es el precio de mercado. Según explica Johanna Zamorano, Gerente de Captación de AGS Visión Inmobiliaria, la venta conjunta es la transacción de un bien raíz en agrupación con otras propiedades vecinas que cuentan con normativa de edificación y características aptas para desarrollar un proyecto.
Puede que en el grupo de los vecinos que quiera vender a una inmobiliaria haya uno que se oponga. En tal caso, explica Johanna Zamorano, la opción de realizar el proyecto sin que este participe depende de lo estratégica que sea su ubicación en el paño de terreno que se conforma. Si efectivamente todos los propietarios están de acuerdo a la venta y un vecino se niega y está en medio del terreno, este no tendría viabilidad y
no se podría concretar. Sin embargo, si su ubicación no compromete el desarrollo del proyecto, se puede igualmente prescindir de la propiedad.
Asesoría
Es mejor asesorarse por un experto (arquitectos y abogados) para conocer el potencial inmobiliario, de acuerdo a la normativa vigente, además del tamaño y forma necesaria en cada caso para evaluar la factibilidad de un proyecto, indica Johanna Zamorano. También hay que fijarse en que los títulos de dominio estén saneados.
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